La semana pasada les comentaba sobre las primarias de los dos partidos coloniales en Puerto Rico y cómo los contratistas privados que sangran las arcas del pueblo junto a los millonarios extranjeros que se mudan a Puerto Rico para beneficiarse de las leyes locales de evasión contributiva, habían financiado la campaña del actual gobernador Pedro Pierluisi para su reelección en noviembre. Pues pese a la millonaria campaña mediática, el gobernador perdió miserablemente. Cuando tuvo que admitir su derrota frente a las cámaras de televisión, se vio reflejada la incredulidad en su rostro desencajado y casi al punto de llorar. Eso fue el producto de su arrogancia, su desdén hacia el pueblo pobre y su mala administración, que quería vender la imagen de que sus 3 años de gobierno habían mejorado la calidad de vida en todos los sentidos.
Pero el pueblo, y estamos hablando de los votantes en una primaria, que son solo los de su partido Nuevo Progresista, está indignado por la dificultad creciente que hay para vivir en este país. Sobre todo, por la privatización de la energía, ahora en manos de la canadiense-estadounidense Luma Energy, que no solo ha aumentado el costo de la electricidad, sino que es totalmente incompetente y ha sumido al pueblo en constantes apagones e inestabilidad del sistema que ya ha costado vidas, quiebras de pequeños negocios y millones de dólares en equipos domésticos dañados. Incluso el mismo día de las primarias, se fue la luz en varios centros de votación. Y esa es la compañía que Pierluisi defendía a capa y espada. Ahora, el pueblo le pasó la factura.
Esto marca un nuevo inicio de lucha popular en contra de la privatización y por una administración de gobierno honesta que responda a las necesidades del pueblo. Por eso, los trabajadores de la UTIER, el sindicato de la antigua Autoridad pública de Energía Eléctrica, que fueron transferidos a otras agencias del gobierno al no querer integrarse a una privatizadora, le llevaron una carta de repudio y movilización al gobernador. Decían que tal y como ellos sufrieron al ser removidos de sus puestos por los que se habían entrenado y capacitado, trabajos como celadores de línea que tanto se necesitan ahora y que la privatizadora Luma no tiene los suficientes experimentados, los enviaban – o “movilizaban” que es el término eufemista que usa el gobierno, a otros trabajos donde no podían utilizar su experiancia y destrezas, trabajos como cortar el césped, limpiar edificios, etc. Ahora querían que el gobernador experimentara otra clase de movilización en su propia carne.
Más y más el pueblo se está dando cuenta de que las administraciones por los partidos coloniales ha sido un desastre y que se necesita una nueva alternativa. Mientras se lucha por la total eliminación de la colonia por medio de la independencia y soberanía, hay esa alternativa que se llama Alianza País que dará una sorpresa el próximo noviembre en las elecciones generales.
Desde Puerto Rico para Radio Clarín de Colombia, les habló Berta Joubert-Ceci.
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