Los gobiernos que han administrado este país, sobre todo, en los últimos años, han ignorado totalmente su objetivo principal, que es el de procurar el Bienestar Público. Y esto es, asegurar todos los servicios básicos necesarios para que el pueblo tenga una vida digna: principalmente, salud, vivienda y educación. Y que estén acompañados por una red complementaria de otros servicios como telecomunicación, agua y energía. Pero a medida que el proceso neoliberal profundiza la colonización, la corrupción que acompaña las privatizaciones también avanza de manera desmedida, sin tener niguna cortapisa dentro de las estructuras gubernamentales que defienda al pueblo. Es decir, en lenguaje boricua, estamos “algarete” es decir: fuera de control, desorganizado, a la deriva.
Esta vez, aparte del desastre de los apagones causados constantemente por las malas ejecuciones de las privatizadoras de energía, estas últimas semanas se ha sumado la falta de agua en muchas partes de la isla. En medio de una oleada de calor intenso y contaminación por los polvos del Sahara que cubren nuestros cielos.
Y recordemos que el agua ha sido declarada el recurso natural estratégico más importante para el planeta en este siglo XXI
Si bien la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados que gestiona nuestros recursos hídricos no está totalmente privatizada, sí contratan firmas incompetentes por millones de dólares, para hacer las tareas que los trabajadores públicos experimentados, agrupados en la Unión Independiente Auténtica suelen realizar excelentemente y a menor costo para el pueblo.
Pero la incompetencia de esos contratistas de lujo han causado roturas de tuberías y malas operaciones que han causado interrupciones al no saber cómo manejar el complicado sistema de válvulas del sistema, privando así a miles de familias, incluyendo a personas de la tercera edad que viven aisladas en zonas montañosas donde el agua es determinante para su estado de salud.
Y mientras, el gobierno de turno sigue pagando a más contratistas que nada resuelven, y sí agravan la crisis al dañar el sistema de acueductos, ignorando la fuente experimentada de nuestros trabajadores públicos.
Desde Puerto Rico, para Radio Clarín de Colombia, les habló Berta Joubert-Ceci
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