Mientras logramos nuestra soberanía con independencia y sacar al invasor gringo, vamos caminando por la senda correcta, en las calles, enfrentando las injusticias del gobierno local cómplice del ocupante yanqui.
Los ojos del pueblo se van abriendo y comprobando que quienes nos gobiernan, no tienen los intereses nuestros como su hoja de ruta. Más bien es la corrupción, la mentira, los intereses particulares de compañías e individuos millonarios lo que prevalece y lo que defiende este gobierno.
Estos días se han ido revelando otra serie de escándalos como el de las escoltas. En un país en quiebra, donde nunca ha habido una amenaza real contra ningún oficial del gobierno, se está gastando más de mil millones del erario público para escoltar al ejecutivo, a ex gobernadores, miembros de gabinetes, etc.
Mientras tanto, dicen que no hay dinero para pagarles a los y las trabajadoras del servicio público.
Pero esta farsa está siendo expuesta y derrumbada por las magníficas manifestaciones que han estado llenando nuestras calles los últimos meses. Particularmente, las lideradas por el magisterio. Tanta fuerza han tenido, que el gobierno e incluso la Junta de Control Fiscal, tuvieron que acceder a las exigencias de una subida de salarios y compensaciones justas para maestras y maestros. Incluso, lo que corresponde a un retiro digno – ese presupuesto que tanto rehusaba aceptar la Junta, ha sido considerado.
Esto no es dádiva ni buena administración del gobierno, sino gracias a las lideresas del magisterio que han mantenido el fuego de la indignación en las calles.
Desde Puerto Rico, para Radio Clarín de Colombia, les habló Berta Joubert-Ceci
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