
A continuación, compartimos la Declaración final del āEncuentro Mundial Contra el Imperialismoā realizado en Caracas entre el 22 y elĀ 24 de enero de 2020, en el que participaron 403 delegados internacionales y 2.096 delegados nacionales del Gran Polo Patriótico, del Congreso de los Pueblos y de organizaciones y movimientos sociales que acompaƱan la Revolución Bolivariana.
Las delegaciones de los Partidos PolĆticos y Movimientos Sociales, reunidos en la ciudad de Caracas, capital de la RepĆŗblica Bolivariana de Venezuela, con motivo del āEncuentro Mundial Contra el Imperialismoā, luego de las deliberaciones efectuadas hemos llegado a las siguientes conclusiones:
El futuro de la humanidad estĆ” en grave peligro. La paz en el planeta se encuentra seriamente amenazada como resultado de la polĆtica de agresiones militares de los EE.UU y sus aliados, asĆ como de la mortal carrera armamentista que sólo le reporta dividendos a las grandes corporaciones de la industria militar. La guerra es el mecanismo predilecto del expansionismo imperial, en especial, del estadounidense y eso lo observamos dramĆ”ticamente en los mĆ”s recientes conflictos regionales que han afectado gravemente a los pueblos de Siria, Yemen, Irak, Libia, AfganistĆ”n y a toda la región.
Asimismo, la especie humana sufre los estragos ocasionados por la voracidad de un modelo económico que en su despliegue suicida destruye la naturaleza por la insaciable obsesión de maximizar ganancias. Esa es precisamente la lógica del sistema capitalista, la cual ya no sólo compromete su funcionamiento sino que también pone en peligro de extinción de la humanidad.
El modelo neoliberal que instrumenta la globalización de las grandes corporaciones bajo la dominación de los Estados imperialistas, le ha impreso a la economĆa mundial una gran fragilidad. Las crisis son mĆ”s recurrentes y los grandes especuladores financieros dominan el planeta. En la distribución de la riqueza generada se ha impuesto un parĆ”metro de desigualdades, injusticias y exclusión que afecta a una creciente parte de la población mundial.
Los flagelos de la pobreza y la miseria afectan a millardos de personas como nunca antes en la historia de la humanidad. Sin dudas, el desarrollo del capitalismo engendra fenómenos insostenibles, desde el punto de vista social, polĆtico y Ć©tico.
A esto se le agrega una crisis Ć©tica derivada del modo de vida imperante de las economĆas de mercado, donde se sepultan las culturas nacionales y los valores humanos, en función de imponer la sociedad de consumo. El culto a los antivalores del capitalismo contribuye potenciar la crisis de la condición humana generada en el actual modelo de convivencia.
El imperialismo estĆ” en crisis y esto lo hace mucho mĆ”s agresivo, peligroso y destructivo. Ante el ocaso del mundo unipolar, el imperialismo estadounidense implementa una estrategia de dominación global. La apuesta geopolĆtica de la Casa Blanca frente a la resistencia de los pueblos y la irrupción de potencias emergentes, ha sido defender su hegemonĆa, mediante una polĆtica neocolonial orientada a apropiarse de los recursos naturales, en especial de los recursos energĆ©ticos, controlar los mercados y dominar polĆticamente a las naciones.
Para preservar el injusto orden mundial actual, el imperialismo violenta el derecho internacional pĆŗblico, ha convertido al mundo en un gran teatro de operaciones militares, desarrolla medidas coercitivas unilaterales, impone leyes de carĆ”cter extraterritorial, ataca el multilateralismo, vulnera la soberanĆa de las naciones y suprime la autodeterminación de los pueblos. En su arrogante concepción, sus fronteras llegan hasta donde se extienden sus intereses expansionistas.
En consonancia con esta polĆtica, el imperialismo recurre a la intervención militar, a la desestabilización polĆtica de los gobiernos, a las guerras y al bloqueo económico. Su planeación estratĆ©gica concibe a la OTAN como el brazo militar global del neoliberalismo. Adicionalmente, en el marco de su Doctrina de la Guerra No Convencional, acciones terroristas, el uso de paramilitares, la judicialización de liderazgos antiimperialistas y el asesinato selectivo, son algunas de las acciones mĆ”s emblemĆ”ticas de una polĆtica genocida, que coloca en peligro a la humanidad.
Tales prĆ”cticas han sido ālegitimadasā a travĆ©s de la industria cultural del capitalismo, las grandes trasnacionales de la comunicación y el uso de las redes sociales. Igualmente, el uso de la āBig Dataā se ha constituido en una formidable arma para modificar el comportamiento de la población e incidir en sus decisiones polĆticas.
En el intento de imponer el āpensamiento Ćŗnicoā, los poderosos del mundo manipulan las creencias religiosas, tratan de justificar las actuales relaciones de poder en detrimento de la democracia, la imposición del libre mercado, el racismo de estirpe eurocĆ©ntrica, la segregación de las minorĆas, la opresión de gĆ©nero, el carĆ”cter eugenĆ©sico del modelo educativo global, entre muchos otros factores, que se ajustan perfectamente a los requerimientos de la dictadura del capital.
El capitalismo neoliberal afianza la explotación de la clase trabajadora, oprime aún mÔs a la mujer en función de maximizar la ganancia de las grandes trasnacionales, arrebata el futuro a la juventud y desdibuja la identidad de los pueblos originarios. Esto evidencia que la solución a los grandes problemas del mundo actual demanda un nuevo modelo de convivencia humana.
En ese contexto, el mundo multicĆ©ntrico y pluripolar emerge con mayor fuerza. El fortalecimiento polĆtico y económico de potencias como Rusia y China, junto al de otras naciones, le hacen un contrapeso cada vez mĆ”s serio al poder del imperialismo estadounidense. Evidentemente, la heroica resistencia en el Medio Oriente, las luchas de los pueblos de AmĆ©rica Latina y el Caribe, han contenido y hecho retroceder los planes del imperialismo.
MĆ”s aĆŗn, las experiencias de los gobiernos progresistas en el mundo ya se perfila como una alternativa frente al neoliberalismo. Ejemplo de ello es la Revolución Bolivariana, que se proyecta como un referente antiimperialista con una enorme fortaleza popular en el marco de la poderosa unión cĆvico-militar y sobre la base del ideario del Libertador Simón BolĆvar y del Comandante Hugo ChĆ”vez.
Esto ha provocado el brutal ataque del imperialismo estadounidense contra el pueblo venezolano, que ha derrochado dignidad y amor por la patria, ratificando su rumbo hacia el socialismo en numerosos procesos electorales que refrendan la vigorosa democracia participativa existente en este paĆs. Duras jornadas de lucha popular han derrotado las amenazas de intervención militar estadounidense, intentos de golpe de Estado y focos de violencia terrorista.
Este ejemplo de lucha junto al de Nicaragua y Cuba, asà como los recientes avances en Argentina y México, ha permitido el fortalecimiento de fuerzas antiimperialistas y conllevarÔ a reforzar los nuevos mecanismos de integración regional (CELAC, ALBA-TPC, PETROCARIBE, etc.). Aunque en Honduras, Paraguay, Brasil, Ecuador, El Salvador y Bolivia se ha reposicionado el neocolonialismo en el marco de la nueva edición de la Doctrina Monroe, las luchas populares continúan.
En el resto del mundo tambiĆ©n los pueblos resisten, se sublevan y los gobiernos populares ejercen su soberanĆa. La unidad antiimperialista es un objetivo estratĆ©gico impostergable.
En este contexto, el āEncuentro Mundial contra el Imperialismoā, declara:
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Exhortamos a los pueblos del mundo a luchar por la vida, la preservación de la naturaleza y contra condiciones estructurales que generan el cambio climÔtico. Igualmente, exigimos a las naciones desarrolladas a trabajar decididamente para evitar la destrucción del planeta y especialmente a los EE.UU a superar su postura primitiva que pretende desconocer el terrible daño que se ocasiona a la naturaleza con el actual modelo productivo basado en la acumulación del capital.
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AcompaƱamos la demanda de construir un orden internacional mĆ”s justo, que coloque en primer plano los intereses de los pueblos y permita desarrollar polĆticas de inclusión y de justicia social para superar las gigantescas desigualdades sociales y económicas que imperan entre las naciones del mundo.
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Convocamos a los ciudadanos del mundo a defender la paz, la soberanĆa de los pueblos y acompaƱar las legĆtimas luchas por el progreso socioeconómico sobre la base de una amplia plataforma de lucha unitaria en contra del enemigo comĆŗn, el imperialismo estadounidense.
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Repudiamos la implementación de las ilegales medidas coercitivas unilaterales por parte de las potencias imperialistas, ya que son polĆticas criminales que afectan a los pueblos. Especialmente, condenamos la polĆtica genocida de bloqueo económico que se aplica contra las naciones del mundo que ejercen su soberanĆa.
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Rechazamos la militarización de Nuestra América y especialmente, la presencia de las bases militares de Estados Unidos en América Latina y el Caribe.
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Condenamos de la forma mĆ”s enĆ©rgica la invasión militar y demĆ”s agresiones cometidas por el imperialismo contra los pueblos del Medio Oriente. Especialmente, repudiamos la violación de la soberanĆa de Siria e Irak, las agresiones a la RepĆŗblica IslĆ”mica de IrĆ”n, asĆ como el vil asesinato del Comandante Qasem Soleimani, mĆ”rtir de los pueblos del mundo que luchan por la libertad.
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Exigimos respeto a la soberanĆa de Venezuela, Cuba y Nicaragua asĆ como apoyamos los esfuerzos de NicolĆ”s Maduro Moros, Presidente Constitucional de la RepĆŗblica Bolivariana de Venezuela, por mantener la paz.
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Denunciamos el intento orquestado por la Casa Blanca de censurar a las empresas multiestatales TeleSur e HispanTV. Esto se constituye en una afrenta a la libertad de expresión de los pueblos.
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Condenamos el golpe de Estado, orquestado desde Washington, en contra del presidente Evo Morales Ayma. Repudiamos la cruenta represión y el racismo contra el pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia.
Igualmente, el āEncuentro Mundial contra el Imperialismoā, acuerda:
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Construir una Plataforma Unitaria Mundial organizada por continentes, regiones, subregiones y paĆses en función de enfrentar al imperialismo. Dicha estructura organizativa serĆ” conformada en atención a las peculiaridades de cada territorio.
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Realizar durante el aƱo 2020 āEncuentros Continentales Contra el Imperialismoā a los fines de conformar las plataformas unitarias continentales, regionales y sub-regionales articuladas entorno a un plan de lucha comĆŗn contra el imperialismo.
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Convocar al āII Encuentro Mundial Contra el Imperialismoā a realizarse en Caracas, capital de la RepĆŗblica Bolivariana de Venezuela, a los fines de definir el nombre de la Plataforma Unitaria Mundial, asĆ como la articulación de las diferentes plataformas continentales y regionales en un plan comĆŗn mundial que hermane las luchas de los pueblos.
Por Ćŗltimo, el āEncuentro Mundial Contra el Imperialismoā acuerda hacer suya la Agenda de Lucha adoptada en el āI Encuentro Internacional de Trabajadores y Trabajadoras en Solidaridad con la Revolución Bolivarianaā, refrendada por el āI Congreso Internacional de Mujeresā, por el āCongreso Internacional de Comunas, Movimientos Sociales y del Poder Popularā, por el āI Encuentro Internacional de Pueblos IndĆgenasā, por el āCongreso Internacional de Afrodescendientesā y el āCongreso Internacional de Comunicaciónā, celebrados en la RepĆŗblica Bolivariana de Venezuela durante el aƱo 2019, agenda que incluye lo siguiente:
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Realizar una jornada internacional de movilización en apoyo a la Revolución Bolivariana y contra el neoliberalismo el 27 de febrero del año 2020. (Conmemoración de los 31 años de la primera insurrección en Carcas contra el neoliberalismo)
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Convocar una movilización mundial por la paz en Venezuela, en Nuestra América y contra los planes de guerra del gobierno de Estados Unidos para el mes de abril de 2020.
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Desarrollar una jornada internacional de repudio a la Doctrina Monroe, contra el Bloqueo y demĆ”s Medidas Coercitivas Unilaterales para el dĆa 28 de junio de 2020.
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Crear hasta el próximo Encuentro una Comisión Coordinadora de las delegaciones presentes en el āI Encuentro Mundial Contra el Imperialismoā a los fines de cumplir el presente plan.
Aprobado en la Ciudad de Caracas, Cuna del Libertador Simón BolĆvar y Capital de la RepĆŗblica Bolivariana de Venezuela a los 24 dĆas del mes de Enero de 2020.
Fuente:Ā Alba Ciudad
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