La absurda campaña contra las inversiones de China en Uganda

Aeropuerto Internacional Entebbe

El 25 de noviembre de 2021, fue publicado en Daily Monitor (el periódico nacional de Uganda) un artículo titulado “Uganda entrega aeropuerto por dinero chino”. El artículo señalaba “cláusulas tóxicas” en el acuerdo de préstamo firmado el 31 de marzo de 2015 entre el Gobierno de Uganda y el Banco de Exportación e Importación de China (Exim). El préstamo – por un valor de 207 millones de dólares a un interés del 2% – fue destinado a la ampliación del Aeropuerto Internacional Entebbe, un proyecto enmarcado en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI). Los trabajos de ampliación del aeropuerto empezaron en mayo de 2016.

El artículo en Daily Monitor, escrito por Yasiin Mugerwa, afirmaba que las autoridades chinas tomarían el control del aeropuerto porque Uganda ha incumplido los pagos del préstamo. Unos días después de esta publicación, la compañía estadounidense de comunicaciones, Bloomberg, también circuló – el 28 de noviembre – un artículo parecido, sin dar mayores detalles sobre la noticia. Lo mismo hicieron otros medios estadounidenses e internacionales. Mientras tanto, el artículo publicado en Daily Monitor, se hizo viral en Twitter, WhatsApp y otros medios.

La historia no es nueva. Según NTV Uganda, el Comité de Comisiones, Autoridades Estatutarias y Empresas Estatales (COSASE) del Parlamento ugandés celebró, el 28 de octubre, una audiencia sobre el préstamo, a la que asistió el ministro de Finanzas, Matia Kasaija (miembro del parlamento [MP] por el condado de Buyanja). Varios miembros del Parlamento interrogaron a Kasaija sobre el préstamo. Nathan Itungo (diputado de Kashari Sur) le preguntó si él y su equipo habían actuado “con la respectiva diligencia” en el marco de la negociación. Respondiendo a esta pregunta, Kasaija dijo: “Creo que lo hemos hecho, fijándonos en otros acuerdos que se han suscrito en la misma dirección”. Al explicar por qué el Gobierno siguió adelante con el acuerdo del préstamo para el Aeropuerto Internacional Entebbe, el ministro de Finanzas dijo que Uganda estaba buscando la “alternativa más barata, y saltamos sobre ella”.

Joel Ssenyonyi, presidente de COSASE, dijo que muchas de las cláusulas del préstamo entre Uganda y el banco Exim de China podrían causar problemas, ya que la cancelación del contrato, basándose en las cláusulas, podría tener “un enorme costo”. Kasaija se disculpó con los parlamentarios y dijo “no deberíamos haber aceptado algunas de las cláusulas”. Sobre el punto fundamental de la propiedad del aeropuerto, Dan Kimosho (diputado del condado de Kazo) preguntó, “¿qué pasará con la Autoridad de Aviación Civil de Uganda (UCAA) y el aeropuerto de Uganda si no pagamos este dinero?”, a lo que Kasaija respondió: “No creo que corran ningún riesgo” agregando que si hubiera algún problema y la UCAA no es capaz de generar los ingresos necesarios para pagar el préstamo, “entonces el Gobierno central intervendrá”.

En ningún punto Kasaija o alguno de los parlamentarios dijo que China pasaría a hacerse cargo del Aeropuerto Internacional Entebbe. Los responsables de la UCAA habían señalado 13 cláusulas que consideraban onerosas. Entre ellas se incluía una cláusula que daba el derecho a Exim de inspeccionar las cuentas de la UCAA y otra que prevé que cualquier resolución de conflictos pase por la Comisión de Arbitraje Económico y Comercial Internacional de China (CIETAC).

Ni estos dos ejemplos, ni ninguna otra de las cláusulas, están fuera de los límites de las prácticas comerciales normales. En cuanto a la cláusula que permite que la CIETAC sea el principal órgano de mediación para el contrato de préstamo, esto no habría ocurrido si se permitiera el funcionamiento del Órgano de Solución de Diferencias (OSD) de la Organización Mundial del Comercio.

Los países del Sur Global llevan mucho tiempo quejándose de la eficiencia de utilizar los mecanismos de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio – cuya función se ha visto afectada por el bloqueo estadounidense a la renovación de su Órgano de Resolución –. Mientras tanto, las empresas estadounidenses siguen refugiándose en el Representante de Comercio de los Estados Unidos y en los poderes que se derivan de la Sección 301 de la Ley de Comercio estadounidense, de 1974, “que permitía a Estados Unidos tomar medidas de represalia contra las naciones cuyas prácticas comerciales considerara injustas o discriminatorias”.

Negaciones

El 27 de noviembre, dos días después de que Daily Monitor publicara el artículo, Vianney Luggya, vocero de la UCAA, escribió en su cuenta oficial de Twitter: “quiero dejar categóricamente claro que la acusación de que el aeropuerto de Entebbe ha sido entregado por dinero es falsa”. El Gobierno de Uganda, escribió, “no puede regalar un activo nacional como éste”, el único aeropuerto internacional del país. “No hay ni una pizca de verdad” en la historia, agregó, desestimando los rumores sobre la toma de control del aeropuerto por parte de China. Además, Luggya tuiteó que UCAA controla los fondos que depositó en el Banco Stanbic de Uganda como parte del acuerdo y que la UCAA se mantiene dentro del período de gracia del préstamo (de siete años). En su Twitter personal, Luggya aclaró, además, que “el período de gracia termina en diciembre de 2022”.

Inundada en acusaciones, la embajada china en Kampala, Uganda, publicó, el 28 de noviembre, un comunicado en su cuenta oficial de Twitter. La embajada dijo que el artículo del Daily Monitor “no tiene ninguna base fáctica y es malintencionado, sólo busca distorsionar las buenas relaciones que China disfruta con los países en desarrollo, incluida Uganda. Ni un solo proyecto en África ha sido ‘confiscado’ por China por no haber pagado los préstamos. Por el contrario, China apoya firmemente y está dispuesta a continuar nuestros esfuerzos para mejorar la capacidad de África para el desarrollo impulsado por el país”. El día siguiente, 29 de noviembre, Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, repitió la palabra “confiscado”, al refutar las acusaciones de que China se había apoderado del aeropuerto internacional de Entebbe y subrayando el hecho de que China no se ha “apoderado” de ningún “proyecto de cooperación China-África” en el continente africano por no haber pagado los préstamos.

Un estudio del Centro para el Desarrollo Global de Washington, D.C., muestra que ninguno de los proyectos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta han sido responsables de las dificultades de endeudamiento; de los 68 proyectos de la BRI, sólo ocho se encuentran en países con problemas de endeudamiento, pero esta situación es anterior a las inversiones chinas. Estudios detallados de las inversiones chinas en el puerto de Hambantota, en Sri Lanka (publicados en el Atlantic), y en el país africano de Yibuti (publicados en el Globe and Mail) muestran que no hay pruebas de confiscación de activos en ninguno de estos casos.

Mi millones de dosis

En el 2020, el jefe de misión adjunto de Uganda en la embajada en China, el embajador Henry Mayega, dijo “China ha sido un muy buen socio de desarrollo para muchos países africanos, especialmente para Uganda, y por eso nos da préstamos cada vez que los necesitamos”. El comentario de Mayega se produjo en un momento de gran tensión en el continente africano y sus alrededores con respecto a las inversiones y relaciones de China con los países de África. En el 2000, el Gobierno Chino, en colaboración con varios Estados africanos, crearon el Foro de Cooperación China-África (FOCAC). Unos días después de que Daily Monitor publicara su artículo, entre el 29 y el 30 de noviembre, el FOCAC se reunió en Dakar, Senegal, para celebrar su octava conferencia ministerial. Las noticias de Uganda amenazaban con eclipsar los acontecimientos en todo el continente africano.

Sin embargo, el presidente de China, Xi Jinping hizo dos anuncios que captaron toda la atención: China proporcionará 1.000 millones de dosis de la vacuna COVID-19 al continente (600 millones como donaciones y 400 millones producidas en empresas conjuntas con determinados países africanos), e invertirá 40.000 millones de dólares en el continente africano. El anuncio de las vacunas se produce justo cuando Europa, Estados Unidos y varios otros países cierran sus puertas a África tras los temores y rumores de que la variante Omicron de COVID-19 (declarada preocupante por la OMS) procedía de Botsuana. Esta decisión de iniciar restricciones de viaje contra ciertos países del sur de África fue duramente criticada por su racismo por el Dr. Ayoade Olatunbosun-Alakija, de la Alianza Africana de Distribución de Vacunas de la Unión Africana.

El falso reportaje sobre Uganda no descarriló la reunión del FOCAC, pero incendió la opinión pública – sobre todo en Twitter – sobre las inversiones chinas.

Este artículo fue producido para Globetrotter.

Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es miembro de la redacción y corresponsal en jefe de Globetrotter. Es editor en jefe de LeftWord Books y director del Instituto Tricontinental de Investigación Social. También es miembro senior no-residente del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China. Ha escrito más de 20 libros, entre ellos The Darker Nations y The Poorer Nations. Su último libro es Washington Bullets, con una introducción de Evo Morales Ayma.


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