Mariela Castro describe el camino de Cuba hacia los derechos LGBTQI+

La Habana, 29 de julio – La directora del Cenesex, Mariela Castro, habla en la presentación del libro ‘El amor es la ley.’ Foto por SLL: Gregory E. Williams.

La siguiente charla de Mariela Castro Espín se presentó el 29 de julio, en la Casa de la Amistad del ICAP (Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos), en La Habana, Cuba, con la participación de la Brigada Venceremos y activistas LGBTIQ+ de Estados Unidos, junto a miembros de las redes comunitarias vinculadas al Cenesex (Centro Nacional de Educación Sexual), entre otros invitados.

Este evento marcó el lanzamiento en Cuba del libro publicado en Estados Unidos por Struggle-La Lucha, “El amor es la ley: la revolución de los derechos queer en cuba.” Castro Espín colaboró en la elaboración del libro. Es directora del Cenesex, que ha liderado el avance de los derechos LGBTQI+.

Transcrito por Gregory E. Williams

Unidos por todas las luchas contra la injusticia

Buenas tardes, gracias por organizar este encuentro. Muchas gracias por venir. Muchas gracias por la solidaridad con Cuba y con los otros pueblos. Bueno, pues, me ha gustado mucho la presentación del libro, todo lo que han dicho. 

Entonces, voy a hablar como activista. Aquí los activistas somos integrales, somos activistas, las mujeres de los hombres, los hombres de las mujeres, las personas LGBT de la gente heterosexuales. Somos interactivistas. Somos activistas comprensivos. También tenemos solidaridad entre todos.Todas las luchas contra las injusticias nos unen.

Así que bueno, nosotros teníamos esta tarea dentro de la sociedad cubana desde hace muchos años. Esto se logró después de muchos años de trabajo. Muchos diálogos, muchos espacios para generar conciencia.

También tuvimos que estudiar mucho. ¿Qué tenían que decir las diferentes ciencias sobre esto? ¿Qué tenían que decir los diferentes grupos sociales sobre esto?

Miramos con gran respeto la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos. Pero no vivimos lo que ustedes viven en sus luchas políticas en sus país. Había situaciones de injusticia con las que no estábamos de acuerdo, y que no son coherentes con nuestros ideales revolucionarios.  

Y dijimos que tenemos un diálogo muy complejo y tenemos que convencer a mucha gente. Y esos son los argumentos que utilizamos para convencer a nuestras y a nuestros colegas en la sociedad cubana.

Si estamos luchando por una revolución socialista – esa revolución socialista que es por los derechos humanos y la igualdad de todas las personas – tiene que tocar todos los temas. Y nos dimos a la tarea de evidenciarlo, de que ocurrían problemas que teníamos que resolver.

Y ese ha sido sobre todo nuestro trabajo, nuestro activismo: educar, educar, educar.

Tenemos que evidenciar esas incoherencias. Ponerle las palabras que permitieran a las personas convencerse de qué teníamos que hacer. Y luego, después de muchos años, tuvimos resultados.

Y nos inspiramos en el activismo de la Federación de Mujeres Cubanas. Y en el activismo que habían desarrollado las instituciones de salud pública para enfrentar la epidemia del VIH. Y fuimos poquito a poco avanzando, avanzando en los diálogos, en el diseño de las políticas y de las leyes.

Y a partir de que empezamos a organizar las jornadas cubanas contra la homofobia y la transfobia, y luego tratamos de encargar a la población cubana de hablar sobre esos temas. Estos eran temas tabúes.

[Nota de SLL: Las Jornadas Contra la Homofobia y la Transfobia, las jornadas por los derechos de la infancia, etc., son movilizaciones nacionales que ocurren anualmente. También, el primero forma parte del Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia. ]

El prejuicio, un legado colonial

Y tenían, además, palabras peyorativas para referirse a las personas LGBT. Incluso cuando empezamos a desarrollar un espacio de cine-debate que se le llamó Cine Club Diferente. En ese debate, la misma población LGBT que participaba reproducía los mismos prejuicios que se internalizan contra ellos mismos. Pensaban que eran personas enfermas. Pedían disculpas. Lo siento que soy así. ¿Por qué soy así?

Y justamente lo que les devolvemos en esos debates es que la enfermedad no está en ustedes, está en la sociedad. Es una herencia colonial y neocolonial que no hemos transformado. No tenía conciencia de que había que transformarlo. Tampoco se sabía cómo hacerlo. Nosotros tampoco lo sabíamos. Por eso ese espacio colectivo de diálogo nos permitió saber sobre ellos colectivamente.

La lucha no se puede compartimentar

Y luego empezamos a formar activistas por los derechos de las personas LGBTI en los que otras personas que no eran LGBTI se involucraron. Porque los derechos sexuales no sólo se centran en las problemáticas LGBTI. Es mucho más amplio.

Y no queríamos segmentar el problema con respecto a la sociedad cubana. También tomando en cuenta las experiencias que otros países han tenido, viendo o tomando en cuenta el activismo LGBTI en otros países, aprendimos de eso para incluirlo en nuestro trabajo.

Y pudimos ver cómo, a través del financiamiento de ciertas organizaciones internacionales, se trataba de cooptar, de chantajear, de dirigir, de segmentar estas luchas LGBT, aparte de otras luchas populares. Y cuando estuve en San Francisco, en la Calle Castro, que fui a ese pequeño museo LGBT, y conversé con mucha gente, incluso en la calle, fue muy interesante porque contaban esas experiencias.

Cuestionaban el Nueva York-centrismo en las luchas LGBT. Y decían, aquí en San Francisco corrió mucha sangre antes que en Nueva York. Y en el mismo museo se veía cómo las luchas populares estaban todas relacionadas, estaban todas integradas. Y eran luchas antisistemas.

Eran luchas profundas. Y los dividieron a los grupos, los dividieron. 

Y así han tratado de que esas luchas populares divididas, no se unan para cambiar el sistema capitalista. Y el neoliberalismo, sobre todo, trabajó por dividir las luchas del proletariado. Utilizando, sobre todo, la diversidad como una trampa

Pero todos ustedes en este evento de hoy fueron muy claros en sus discursos: Nuestras luchas son inseparables. Y creo que esta perspectiva nos une. Y yo creo que tenemos que seguir uniéndonos, estrechando vínculos, para fortalecer estas luchas. Para fortalecer la solidaridad. 

El antiimperialismo es clave para la liberación LGBTQI+

Veo cómo el gobierno está brutalizando a la gente en los Estados Unidos, en sus manifestaciones. En sus manifestaciones en contra del racismo. En las luchas de los inmigrantes. En contra de las políticas anti-inmigrantes. En contra del genocidio del pueblo palestino, Libia, Siria, Líbano. Es decir, todos los países con postura anti-imperialista y anti-sionista son masacrados. 

Has visto que el espacio político oficial en Estados Unidos es completamente sionista. Tanto el Partido Republicano como el Demócrata son sionistas. Ambos son imperialistas.

Por eso, hace dos años, cuando empezamos en nuestra Jornada Contra la Homofobia, los activistas LGTBI cubanas nos dedicaron la Jornada a la lucha palestina. Y este año, nos dedicamos a la lucha contra la imperialista, anticolonial y antifascista. No podemos dejar que ellos vanalicen las luchas de las personas LGBT. No podemos dejar que eliminen el sentido clasista de la discriminación.

Vamos a unir fuerzas para organizar diferentes espacios para luchar por los derechos LGBT como parte de la lucha de todas las personas. Tenemos que unir fuerzas. 

La liberación no es un deporte para espectadores

Pero, durante estas campañas, cuando pedimos a la gente que firme declaraciones por los derechos LGBTQI, ¡hay gente que no firma! Es como la solidaridad está arriba en el cielo. Son como espectadores. No participan. No participan de estas luchas por la solidaridad. Pero todo está conectado. Cuando se lucha por los derechos de las personas LGBTQI, también se está luchando por todas las personas y en contra del bloqueo a Cuba.

Y para descalificar lo que hacíamos había periodistas extranjeros que decían bueno pero como ustedes están defendiendo a Palestina si son homofóbicos, los musulmanes son homofóbicos. ¿Eh?¿Qué dijiste? ¿Qué nos dijeron? ¿Por qué defienden a Palestina si los musulmanes son homofóbicos?

Y nosotros respondemos, en todas las sociedades hay homofobia. En todas las religiones hay homofobia. En los Estados Unidos hay una política homofóbica. Y todos los gobiernos que apoyan la política exterior de Estados Unidos son homofóbicos, incluyendo los países de la Unión Europea.

Porque a veces apoyan a las comunidades LGBTI, a veces no, es solo política. No hay convicciones detrás de sus acciones. 

Conciencia transformada a través de la lucha

Entonces, bueno, me da mucho gusto encontrarme con gente como ustedes. Es, sinceramente, fascinante cuando se encuentran personas que tienen nuestra misma postura ideológica. A veces, aquí en Cuba no los encontramos. Así que es una lucha ideológica permanente en el país.

El 33% de las personas que votaron contra el Código de las Familias votó en contra solo por el derecho al matrimonio igualitario. ¿Eran todos religiosos? No, no lo eran. ¡También había militantes en el Partido Comunista! Pero es parte del proceso de transformación revolucionaria.

Tenemos que seguir en la pelea, en el diálogo, en las campañas educativas.

Lo más importante es que la voluntad política del Partido Comunista de Cuba, del estado y del gobierno, han sido expresadas claramente en las políticas y en las leyes. La Constitución de la República blindó los derechos de las personas LGBT como derechos constitucionales.

Casi ningún país tiene eso en su constitución. Solo hay 10. Y que la Constitución fue aprobada por un referéndum constitucional como ejercicio de la democracia.

La gente estuvo de acuerdo. Y eso demuestra el proceso de transformación cultural del socialismo. En los años 70 no se pensaba así. Ahora sí. Pero ha habido una intencionalidad educativa. Como decía Paulo Freire, “educar para la libertad.” El sentido de la educación es la libertad. 

Ese es nuestro trabajo. El sentido de trabajo del Cenesex es eso. Educar para la emancipación, educar para la libertad. 

Yo siempre digo que jugando, en la educación sexual que el Cenesex propone, ¡no es para enseñar las posiciones del Kama Sutra! Eso no nos interesa. Es verdad. Eso no nos importa. 

Nuestro objetivo es que no haya violencia. Lo importante para nosotros es educar para superar los prejuicios, educar para la libertad.

Mariela Castro Espín

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