No a la re-militarización de Puerto Rico

Ya estamos a las puertas de un nuevo año, y para el pueblo boricua significa una renovación de nuestra lucha por la independencia y soberanía para que con nuevos bríos retomemos a la vez, la batalla contra la militarización de nuestro archipiélago. 

En el año 2003 pudimos sacar a la fuerza naval más poderosa del mundo, a la Marina de los EUA. Luego de 4 años de lucha incesante donde todo el pueblo, independientemente de sus creencias políticas, se unió valientemente, enfrentando palizas y arrestos por parte de las fuerzas de seguridad gringas. Un pueblo unido, decidido a cerrar las bases que almacenaban todo tipo de armas mortales y practicaban su terrorismo bombardeando las playas cristalinas de nuestra pequeña isla de Vieques, sembrando dolor, enfermedades y muertes en esa población. El pueblo dijo “¡Basta!” Y lo logró.

Ahora, con su nueva versión de la Doctrina Monroe, pero con la adición de la nueva tecnología bélica, el imperio pretende utilizarnos nuevamente para atacar países hermanos. Principalmente a Venezuela con el objetivo de apropiarse primordialmente de sus recursos energéticos. Y para eso, están llenando nuestra Isla Grande, Puerto Rico, de tropas, armamentos y vehículos militares tanto terrestres, como marinos y aéreos para entrenar a su ejército de muerte.

Y no se circunscriben a sus bases militares que desgraciadamente aunque algo inactivas, aún tienen regadas por nuestro territorio, sino que practican en todo el terreno que les convenga. Sin permiso, sin disculpas, sin piedad a sus residentes. Lo hacen porque pueden. Porque en el 2015, en un caso jurídico de doble exposición, donde se discutía si a una persona se le puede juzgar por el mismo crimen en cortes federales estadounidenses y en cortes puertorriqueñas, la Corte Suprema de los EUA dejó claro que PR le pertenece a, pero no es parte de los EUA. O sea, que para quienes aún pensaban en la falacia del Estado Libre Asociado como un estado en colaboración con los EUA, tuvieron que despertar a la realidad de que somos una colonia clásica del siglo pasado. Sin derechos ni autonomía. 

Así que la única forma de detener el abuso de los gringos, es la independencia.

Mientras tanto, se organizan manifestaciones en solidaridad con Venezuela a la vez que se seguimos con nuestra lucha centenaria por la liberación definitiva.

¡Fuera gringos del caribe!
¡Venezuela se respeta!
¡Viva Puerto Rico Libre!

Desde Puerto Rico, para Radio Clarín de Colombia, les habló Berta Joubert-Ceci