Cómo el gobierno cubano y su pueblo colaboraron en el Código de Familia

La pareja Liuba y Lisset se casaron en octubre de 2022, poco después de la aprobación del Código de Familia. Foto: Belly of the Beast Cuba

El 25 de septiembre de 2022, Cuba aprobó uno de los códigos de familia más progresistas del mundo. De una sola vez, la pequeña nación insular legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo, definió y defendió los derechos de las niñas y los niños, las personas discapacitadas, las personas cuidadoras y los ancianos y ancianas, además de redefinir el concepto de “familia” en función de lazos de afinidad y no de sangre. Esto abre el concepto de “familia” para incluir formas no tradicionales de relaciones familiares, que existen fuera del modelo de la familia nuclear heterosexual.

Aclamado como “revolucionario” por muchas personas en Cuba, el código ayudará a proporcionar protección a quienes de otro modo se habrían enfrentado a la discriminación social, garantizando al mismo tiempo que, en la isla, las personas homosexuales que deseen casarse tengan ahora el derecho legal de hacerlo.

Según jóvenes cubanos y líderes de movimientos sociales – con quienes hablé sobre el Código de Familia durante la conferencia “Construyendo nuestro futuro” realizada en La Habana en noviembre de 2022 – el código es el reflejo de un diálogo entre el pueblo cubano y su Gobierno.

En el tiempo transcurrido desde la aprobación del código, el Gobierno cubano sigue dialogando con el pueblo. El Ministerio de Justicia sigue celebrando seminarios en provincias de toda Cuba para personas que buscan respuestas a las preguntas que han surgido durante el proceso de aplicación. El Código de Familia ha incidido en todos los ámbitos, desde el deporte hasta las relaciones de propiedad. En particular, sólo en los dos primeros meses tras la aprobación de la ley, se registraron 112 matrimonios entre personas del mismo sexo.

Un código revolucionario

“Es un código revolucionario que cambiará el pensamiento y la visión que tienen los cubanos sobre… las discriminaciones que pueden darse en la sociedad”, afirma José Luiz, estudiante de tercer curso de Relaciones Internacionales en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García. El Código de Familia legaliza y amplía la definición de “familia” mucho más allá de la definición tradicional. El código “traerá nuevas protecciones a las personas que, de una manera u otra, han sido discriminadas”, me dijo Luiz.

Cuba ratificó una nueva Constitución en 2019. La constitución fue escrita a través de “consultas populares” con el pueblo cubano. A través de este proceso, los cubanos participaron en discusiones comunitarias con funcionarios del Gobierno, tanto para discutir como para enmendar la constitución. El artículo 68 (que pedía definir el matrimonio como una unión entre dos personas, legalizando así el matrimonio entre personas del mismo sexo) se mencionó en el 66% de las reuniones de consulta popular. La mayoría de los y las cubanas que participaron en estos procesos apoyaron el mantenimiento de la definición del matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. Esto se debe en parte a los prejuicios históricos contra las personas LGBTQ+ que prevalecen en todo el continente americano, y en parte, al creciente movimiento evangélico conservador de Cuba, que se opone a reformas sociales progresistas como el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Tras un intenso debate sobre el artículo 68 entre el pueblo cubano, la comisión constitucional decidió no incluir el lenguaje propuesto a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo y, en su lugar, impulsó la decisión de abordar el asunto a través de una futura legislación del “código de familia”. Esta legislación se convirtió en el Código de Familia de 2022.

“Consulta popular”: Un Gobierno en diálogo con su pueblo

Para superar el conservadurismo social y aprobar uno de los Códigos de Familia más progresistas del mundo, Cuba se sometió a un meticuloso proceso de consulta popular, desde el 1 de febrero de 2022 hasta el 30 de abril de 2022. La Asamblea Nacional del Poder Popular subrayó la importancia de que los cubanos se familiarizaran con el código, para evitar sentimientos de incertidumbre. A través de este proceso, el pueblo cubano hizo más de 400.000 propuestas, muchas de las cuales fueron incluidas en el código finalizado. El Ministro de Justicia, Oscar Manuel Silvera Martínez, dijo que la 25ª versión del código, presentada a la Asamblea Nacional y aprobada por ésta, “era más sólida porque estaba impregnada de la sabiduría del pueblo”.

Los jóvenes desempeñaron un papel central en el proceso que condujo a la aprobación del Código de la Familia. “La juventud cubana… participa en todas las tareas que despliega la revolución cubana”, dijo Luiz. “También participamos en el referéndum por nuestra Constitución en 2019. Estuvimos en comités populares, discutiendo la constitución y contribuimos a eso”.

En 2019, Cuba celebró un referéndum sobre una nueva constitución. El referéndum fue aprobado con una mayoría de votos del 86,85 %, lo que equivale a alrededor del 73,3% del electorado total. El referéndum fue precedido por un proceso de consulta popular, en el que se debatió un proyecto de constitución en 133.000 reuniones públicas en todo el país, donde el pueblo de Cuba presentó 783.000 propuestas de cambio. Las autoridades cubanas declararon que casi el 60% del proyecto de Constitución se modificó sobre la base de las propuestas presentadas por el público durante el proceso de consulta popular.

“Recuerdo que en mi universidad tuvimos reuniones para explicar el Código de Familia y para que nosotros, como estudiantes, diéramos nuestra perspectiva del Código y propusiéramos algo para el mismo”, me dijo Neisser Liban Calderón García, también estudiante cubana de Relaciones Internacionales. “Pero después de hacer eso en la universidad, hicimos lo mismo en nuestra comunidad, con una perspectiva diferente porque en la universidad estamos con nuestros amigos, con [otros] estudiantes; pero en la comunidad, estamos con personas de todas las edades y de diferentes familias”. García, que tiene novio, me dijo que se alegra de tener ahora la oportunidad de casarse en el futuro.

Los resultados de este proceso popular hablan por sí solos: Con la participación del 74,01% de los votantes con derecho a voto, el Código de Familia se aprobó en una aplastante victoria con el 66,87% de los votos a favor.

“El día que… [el pueblo cubano] votó por el Código de Familia en el referéndum popular, yo también participé directamente en el colegio electoral”, dijo Luiz. “Pude ver la alta participación del pueblo en el proceso, y la alta aceptación y afán por la aprobación del código”.

Como mencionó Luiz, algunos jóvenes tuvieron la oportunidad de participar de forma aún más directa. “A través de la Federación Estudiantil Universitaria [FEU], tenemos reuniones con los dirigentes del país. Por ejemplo, mi instituto tuvo una reunión con el presidente. Y en esa reunión, describimos la visión que tenemos como jóvenes revolucionarios y comunistas, la visión que tenemos del cambio que debe producirse con respecto a la base y los dirigentes del país”, dijo Luiz. “Tenemos voz [como jóvenes] en todos los espacios que tenemos, incluso la presidenta de la FEU [que en aquel momento era la estudiante de Derecho Karla Santana] forma parte de la Asamblea Nacional del Poder Popular en Cuba. Y ella comparte su perspectiva con el Gobierno cubano sobre el pensamiento de la juventud y su tradición en la revolución cubana”.

Gretel Marante Roset, responsable de relaciones internacionales de la Federación de Mujeres Cubanas, me dijo que las mujeres de Cuba desempeñaron un papel especial en el proceso de creación del Código de Familia. “Nuestro comandante en jefe [Fidel Castro] dijo que la Federación de Mujeres Cubanas es una revolución dentro de otra revolución. Las mujeres en Cuba somos beneficiarias y protagonistas de nuestro propio desarrollo”. Las mujeres ocupan la mitad de los escaños parlamentarios nacionales en Cuba.

“La Federación de Mujeres Cubanas formó parte de la comisión que redactó el borrador del Código de Familia para proponer el texto y la interpretación de la igualdad de género”, me dijo Marante Roset.

“Sobre el Código de Familia, creo que el documento es para el futuro. Está basado en el amor… reconociendo otros tipos de familias, derechos humanos conjuntos… Creo que este es el futuro para Cuba”, dijo Marante Roset.

Natalia Marques es redactora en Peoples Dispatch, organizadora y diseñadora gráfica residente en Nueva York.

Este artículo se produjo como colaboración entre Peoples Dispatch y Globetrotter.


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