El Día Internacional de la Mujer Trabajadora en PR estuvo marcado por una fuerte respuesta de las mujeres boricuas desde sus diversas perspectivas políticas, a la intensa ola derechista y fascistoide de eliminar los derechos adquiridos por las mujeres después de tantos años de lucha.
Proyectos legislativos contra el aborto seguro, y el rechazo del gobierno para implementar una educación con perspectiva de género que pueda ayudar a que las nuevas generaciones estén libres del cáncer misógeno, han dominado la esfera política.
Pero el 8 de marzo, las mujeres alrededor de la isla, dejaron saber que no tolerarán tanta injusticia en los diferentes ámbitos de su vida personal, económica y política.
Comenzando en la madrugada, mujeres en diferentes puntos de la isla desplegaron pancartas gigantes exigiendo el derecho a la energía y al agua que por las privatizaciones, se hacen cada vez más caras e inasequibles.
Otras se manifestaron frente al edificio de la Junta de Control Fiscal que impone la austeridad neoliberal. Con la consigna de Desplazadas, ¡nunca más! y ¡A los gringos los sacamos!, se refirieron a la práctica de ventas desmedidas de nuestro territorio a millonarios extranjeros, que resulta en el desplazamiento de comunidades enteras.
En la tarde, se concentraron frente al Edificio del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales que a pesar de su nombre, está facilitando la destrucción de las costas y los recursos naturales tan valiosos para preservar el entorno. Cortes de árboles y manglares que protegen nuestras costas, y construcciones sobre yacimientos y cuevas que conservan valor histórico, son avalados por este departamento.
Por eso en PR, la justicia verde, la justicia de las mujeres, es una lucha ante todo, anticolonial.
Desde PR, para Radio Clarín de Colombia, les habló Berta Joubert-Ceci
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