El malestar de Japón en la nueva guerra fría

Marines estadounidenses del 4º Regimiento de Marines, 3ª División de Marines, y soldados de la Fuerza de Autodefensa de Japón (JSDF) participan en la ceremonia de apertura de Resolute Dragon 21 en el Campo de Pruebas de Ojojihara, el 4 de diciembre de 2021. Foto: Sargento Mario Ramírez, 3ª División de Marines de EE.UU.

A principios de octubre, las Fuerzas de Autodefensa de Japón y la Armada estadounidense se unieron para el Resolute Dragon. Durante la apertura del ejercicio en 2021, Jay Bargeron, general de la 3ª División de Marines de EE.UU. declaró que Estados Unidos está “preparado para luchar y ganar si se le convoca. Resolute Dragon 2022 siguió a la reanudación en septiembre de los ejercicios militares trilaterales de Japón, Corea del Sur y EE.UU. frente a la península coreana, que se habían suspendido cuando el anterior Gobierno surcoreano intentó acercarse a Corea del Norte. En noviembre, las fuerzas armadas estadounidenses y japonesas se unirán a las de Australia, Canadá y el Reino Unido para realizar el ejercicio Keen Sword, frente a aguas japonesas.

EE.UU. mantiene esta postura a pesar de las reiteradas aclaraciones chinas incluyendo la del vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian, este noviembre de que nunca buscará la hegemonía ni se dedicará al expansionismo.

Resolute Dragon 2022 se realizó en un contexto de tensión entre EE.UU. y China, con la Estrategia de Seguridad Nacional estadounidense identificando a China como su “única competencia. Siguiendo su propia lógica histórica, EE.UU. considera que China necesita ser limitada por sus aliados regionales y sitúa a Japón en el centro de su nueva Guerra Fría contra China.

Artículo 9

La Constitución japonesa (1947) prohíbe construir una fuerza militar agresiva. Dos años después de que se incluyera en la Constitución el artículo 9 (a instancias de la ocupación estadounidense) la Revolución China triunfó y EE.UU. comenzó a reevaluar el desarme de Japón. Los debates sobre la revocación del artículo comenzaron al inicio de la Guerra de Corea (1950), cuando el Gobierno estadounidense presionó al primer ministro japonés, Shigeru Yoshida, para reforzar el ejército y militarizar la Reserva de la Policía Nacional; de hecho, la Enmienda Ashida al artículo 9 debilitó el compromiso japonés con la desmilitarización y abrió la puerta al rearme a gran escala.

La opinión pública japonesa está en contra de la eliminación del artículo 9. No obstante, Japón ha incrementando su capacidad militar. En el presupuesto 2021, añadió 7.000 millones de dólares (7,3%) al presupuesto militar (de 54.100 millones de dólares), el mayor incremento anual desde 1972, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo. En septiembre 2022, el Ministro de Defensa, Yasukazu Hamada, dijo que Japón reforzaría radicalmente las capacidades de defensa que necesitamos. Para protegernos, es importante que tengamos no sólo material como aviones y barcos, sino también suficiente munición para ellos. Japón aumentará su presupuesto militar en un 11% anual hasta 2024.

En diciembre, Japón dará a conocer una nueva Estrategia de Seguridad Nacional, la primera desde 2014. El primer ministro Fumio Kishida declaró al Financial Times: Estaremos totalmente preparados para responder a cualquier escenario posible en el este de Asia para proteger las vidas y el sustento de nuestro pueblo. Parece que Japón se precipita hacia más roces con China, su mayor socio comercial.

Este artículo fue producido para Globetrotter. Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es miembro de la redacción y corresponsal en jefe de Globetrotter. Es editor en jefe de LeftWord Books y director del Instituto Tricontinental de Investigación Social. También es miembro senior no-residente del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China. Ha escrito más de 20 libros, entre ellos The Darker Nations y The Poorer Nations. Sus últimos libros son Struggle Makes Us Human: Learning from Movements for Socialism y The Withdrawal: Iraq, Libya, Afghanistan, and the Fragility of U.S. Power (con Noam Chomsky).


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